1. Prepare el ambiente libre de estímulos distractores.
2. Inicie primero, haciendo una lectura visual de las imágenes como: personajes, ambientes y detalles del cuento; tratando de interpretar e imaginar lo que expresan dichos personajes a través de sus posturas, gestos faciales, seños, etc., lea con emoción, utilice voz entonada con pausas, ritmo y gestualidad, ayúdele a visualizar detenidamente a los personajes y detalles del ambiente, luego señalando al/los personaje/s pregúntele para que piense, por ejemplo: ¿dices que él está enfadado, por qué será?, ¿dices que él está feliz, por qué crees?. Este tipo de comunicación no verbal de los personajes trasmite un 90 % el mensaje y es bueno porque tempranamente se entrena al niño a la observación, atención, el lenguaje, la reflexión, el razonamiento, el conocimiento de emociones de otras personas y además; la estimulación del hábito lector temprano y la empatía.
3. Seguidamente, comente sobre la actitud de los personajes del cuento y también cómo nos sentimos día a día y realice en ese momento una dinámica socializadora, reflexione con él preguntándole sobre el/los personaje/s del cuento ¿en algún momento te has sentido como él? , decirle: ¡Yo también me sentí también igual cuando…! luego pregúntele: ¿qué hiciste cuando te sentiste así?, ¿qué debió hacer él para no sentirse así?, evite juzgar su respuesta, coméntelo también su experiencia para que se sienta comprendido y acompañado. Esta dinámica fomenta en el niño la confianza, la reflexión, el desarrollo del pensamiento y promueve el aprendizaje de la empatía (comprender la emoción de la otra persona), de esta manera nuestro aporte educará a su hijo a que en otras situaciones de conflicto de presentarse lo supere y pueda gestionar sus emociones desagradables.
4. A continuación le decimos: ¡Bien!; ahora vamos a leer el cuento, utilice entonaciones de voz, gestualidad y corporalidad; cuento que el niño ya se familiarizó previamente con la lectura de imágenes. En esta fase de lectura del texto e imágenes, también se puede cambiar el mensaje de la narración como estrategia para estimular la atención sostenida y concentración en el cuento. Para él niño será muy divertido cada vez que usted cambia la información del/los personajes, sobre todo si su hijo ya vio las imágenes del cuento, por ejemplo si le decimos el enfado por la tranquilidad, la alegría por la tristeza o lo que se le ocurra del personaje en mención; su hijo refutará dicha información y habrá aprendido sobre las emociones en otras personas.
5. Finalmente relacione la realidad con el cuento, es buena estrategia para enseñar la autorregulación de las emociones de nuestros hijos. Cuando detecte en ellos alguna emoción displacentera, recuérdele la actuación de algún personaje en dicho conflicto del cuento leído; de allí la importancia de realizar una lectura vivenciada, participativa y emocionada, como hacen las narraciones deportivas, haciéndonos sentir como si estuviéramos en el estadio viendo la actuación de los jugadores en el partido; experiencia muy gratificante que nos dejó el relator de futbol que potenció los sentimientos de patriotismo de todo nuestro país “ Daniel Peredo”. Estos pasos del cuento pueden aplicarse también como estrategia didáctica para enseñar otras materias como matemática vivencial, comunicación, personal-social- normas de convivencia, etc. ya que estimulan áreas cognitivas como: Lenguaje, razonamiento, pensamiento, memoria de trabajo, etc. considerando que no hay aprendizaje sin emoción.
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